La idea era no encontrarte,
seguirte buscando toda mi vida
era el pretexto perfecto
para visitar otras ciudades,
bares, hoteles
escribir canciones,
poemas que nadie leyera
fumar hasta la madrugada
y coleccionar estrellas.
Apostar en el póker
sin miedo a perderlo todo,
enamorarme de noche
queriendo despertar sin nada.
¿Qué sabes tú
de que lo hubiese dado por no encontrarte?
Y no es que me arrepienta,
pero fumar no es fumar si no te pienso.
A toda hora estás aquí,
en el sitio que mi mente ocupa
para refugiarse del mundo.
Y también estás allá
entre la gente sin perderte en ella.
La idea era no encontrarte,
y emborracharme con cualquiera
que quisiera escuchar mi historia.