Maricel peña

Calma divina

Por la arena dorada me fui aquella tarde

buscaba otros lares, buscaba la calma

intentaba encontrarla allende los mares

sin saber que se hallaba cautiva en mi alma.

 

Buscaba esa calma que creía divina

buscaba con celo su caricia añorada

sin saber que en mi pecho encerrada vivía

allí en el silencio esperaba callada.

 

Hundiendo mis pies en la arena dorada

sin mirar hacia atrás yo me iba alejando

respiraba despacio el pecho calmando

las aguas azules mi cuerpo besaban.

 

Llegaste corriendo abrazaste mi cuerpo

comprendiste que estaba mi alma cansada

tus cálidos brazos se hicieron murallas

impidiendo que durmiera para siempre en las aguas.