Zoraya M. Rodríguez

**~A Expensas del Dolor~**

A Expensas del Dolor


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Exonerar lo que es el dolor,

tan frío como la nieve,

cuando se siente y palpita,

lo que es el hechizo a muerte,

cuando se enfría el temor a seguir,

¡es el dolor, mi Dios!,

Tú, que conoces el martirio y el calvario,

a expensas del dolor estoy,

no deseo más el dolor,

porque hierve en lo más hondo de mi ternura,

con la locura de vivir a muerte,

el pasaje de vivir sin inciertos del futuro,

¡es la vida, es la vida!,

¡y el dolor, es el dolor!,

que a expensas del dolor vivo a muerte,

sucumbiendo en trance lo que es pasajero,

cuando un pájaro vuela lejos,

como la tormenta impetuosa,

o el desastre de venir a vivir lo que es de ambos,

el tormento a vivir sin muerte,

¡no es el dolor, no es el dolor!,

perder el dolor es vivir sin muerte segura,

cuando es tan inseguro el porvenir,

cuando la vida queda atemorizada de vientos,

sucursales del viento en la memoria cruda,

y tan rauda y ruda como el infinito,

que galopa a muerte,

como sucumbir entre el percance de la muerte,

¡es el dolor, es el dolor!,

el que en la habitación se cuece de curtidas sombras,

cuando se adviene el tormento de edificar más el capricho,

¡de vivir!, ¡sí, de vivir!,

¡sin dolor, amor, sin dolor!,

por favor, que en la amarga entraña sólo queda el desafío,

¡a vivir, a vivir, sí, a vivir!,

porque es tan inocuo el ademán fijo de tus manos,

cuando se espera un mañana en la alborada por tanto ignoto,

del dolor a cuestas,

del dolor en las almas,

que se visten de temor,

cuando se espera a que el viento enfríe,

la gruta del inmortal deseo,

que se viste en tu pecho de dolor,

¡del dolor, del dolor, sí, del dolor!,

que es principio y desahucio,

cuando yace aquí el frío,

de un tiempo en que el ocaso,

es el fracaso de toda noche,

cuando llega la noche a enfriar su ternura,

como la gran e inmensa locura,

que no es eximio,

cuando no es torrente de deseos,

¡es el dolor, es el dolor!,

tan fuerte como el corazón latiendo,

tan vil como las mil veces,

o ciento de veces que presentí,

el dolor a muerte,

porque estoy a expensas del dolor,

sin poder morir…

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