Hace ya tiempo le escribo
al amor y su dolencia,
con plácemes que recibo
y críticas sin clemencia
(las que sin leer archivo)
Y yo le dije a la rosa,
al rocío y al clavel,
escribamos a otra cosa,
ensuciemos el papel
con rima jacarandosa.
Nada dijeron las flores,
tampoco opinó la luna,
se callaron los señores
y las damas, si hay alguna,
hablarán temas menores.
Y allá voy por las quintillas
con algo de buen humor,
que estoy hasta las patillas
con versos de amor y amor,
¡Venga un café y sopaipillas!
Digo más: si alguien me apura
o me entabla una demanda
le diré con gran soltura,
como aquella propaganda:
¡Cortemos con la dulzura!
Antes de dormir mi siesta
me preguntaba a mí mismo,
¿Dónde va a jugar Iniesta?
¿Olvido el romanticismo?
¿Ser o no ser...? Eso cuesta.
Que la inspiración me asista,
soy un hombre muy formal
si quiere pase revista,
pero no lo tome a mal,
espere usted que me vista.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.