...Pues junto a la del Cielo, la primera:
fuiste mi luz al entrever el cielo;
siendo yo el galardón a tu desvelo,
concebida por gracia en primavera.
Fue la luna en tu pecho sementera,
-cáliz donde forjábase tu anhelo-,
el néctar para mí, tu caramelo,
la comunión de amor, junto a tu esfera.
Arrullo de mi noche y de mi aurora,
vi en tus ojos el mundo, madre amante,
proyección de tu carne en el estero.
Hoy la vívida boca a ti te añora,
estrella idolatrada a cada instante,
lucero de mi alma al que venero.
Gonzaleja