Buscando encontrarte jamás te ví,
Encontrándote sin buscar siquiera,
En mis pensamientos te oí,
Y ahi estabas tú de espaldas, tan ligera.
El pavor, los nervios de punta, y la pena
Al unisono llenaron hasta el último rincón,
Un par de ojos me aceleraron el corazón,
Dándome una bienvenida aún amena,
Reaccionando de la manera más buena.
Las distancias decrecieron,
El tiempo se aceleró,
El oido se ensordeció,
Las pulsaciones se detuvieron,
Las pupilas se dilataron,
Las mejillas se ruborizaron,
Y los demás se callaron.
Estábamos sin estar,
Nos mirábamos sin mirar,
Sonreíamos sin sonreir,
Y sentíamos ¿sin sentir?
La suerte ofreció un presente,
Había yo que aceptarlo,
Me regaló el verte,
Y hube que disfrutarlo.