Cada vez que te veo o que te llamo
la vida me concede sus favores;
te huelo, te respiro y te disfruto,
cada vez que te llamo y que te veo.
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Lo grande, lo esencial, lo indispensable,
esta escondido dentro de tus ojos,
en ellos el azul es tan azul…
que hasta el cielo quisiera estar presente.
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Tus labios, manantiales de caricias ,
parecen mariposas de canela
dejando su sabor sobre mi piel.
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Te huelo, te disfruto y te respiro,
mientras saco unos besos de la nada
inventados por mí, para tu boca.*
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Tú los conoces bien , son besos míos *
son besos que se funden en la piel
y que pintan de blanco las paredes
de los sueños que guardas para mi.
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He de cambiar el curso de las nubes
para no envejecer antes de tiempo,
y así poder besar todos los pasos
que llevan hasta el fondo de tu alma
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Me acercaré despacio y de puntillas
al cráter donde nacen los susurros
del rojo de tus pétalos de rosa.
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Y aallí, donde el amor no se disculpa
donde los labios juzgan ellos solos
hallarás tantos besos como quieras.
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Besos de tempestad, salvajes besos*
que rompan tus momentos de ataraxia
y beban de tus labios de amapola
todo el cáliz sensual y cristalino
que guardan los secretos de tu todo.
Apenas llegarán a desnudarse
se entregarán a ti sin respirar
ansiosos por ser pronto devorados
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Tal vez sea este amor la causa ciega
la fuerza o el motivo que me empuja
a besarte a la mínima ocasión
.
Cada vez que te veo en mi presente
y el silencio se rompe con tu nombre
mis besos quieren ser tan solo tuyos.
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Los versos con un ( * ) son de Gabriela Mistral.