Ida y vuelta.
Una, dos, tres, cuatro, cinco.
Todo se repite, todo vuelve a empezar de nuevo.
Errores, errores, y más errores.
Todo parece ser un círculo vicioso.
Todo basado en el martirio y en la toxicidad.
Excusas, y más excusas.
Te escondes detrás de una fina capa de estupidez.
Juegas como quieres; siendo una víctima.
¿Piedad? ¿Lástima?
Probablemente quieres aparentar todo eso, para que la gente se quede a tu lado. ¿Verdad?
Después de todo tienes pilares como amigos.
No importa, todo da igual.