Quiero hacerle saber que sus ojos fueron los responsables de lo que siento, señor juez le explicaré, una maravillosa noche de abril él apareció de la nada e intercambiamos algunas palabras; pero, para serle sincera, sus ojos me habían atrapado, sé que es una locura, yo sentía que después de mucho tiempo nuevamente podía confiar plenamente en alguien, que en él sólo habitaba la bondad y ésta señor juez, lo confieso, era la mejor sensación del mundo.