He besado tu mejilla,
Escuché tu dulce voz,
Vi tu mirada de sol
Y la luz de tu sonrisa;
Sentí una tenue caricia,
Tersa piel hecha de amor,
Un rayo me iluminó
Al sentirte otra vez mía;
Yo seguí por mi sendero,
Entre un profundo placer,
Me sentí casi en un vuelo
Por inalcanzable Edén;
Eres mi bien lo supremo,
El dulce amor que soñé…