está atardeciendo
y el viento trae
la brisa que suavemente
me encadena,
adherida a tu cuerpo
suenan las hojas de los arboles,
tímidamente la luna
entre las nubes
nos mira,
acariciantes los dedos
quitan la ropa
de nuestro cuerpo,
la noche llega
y estoy entre tus brazos
besando...
la sombra nos abraza
y nuestro espacio se reduce
a la inspiración del silencio.