Y arropados en el placer, tu corazón palpitava como si fuera tu primera vez, y aunque niña ya no eras, te seduje como si lo fueras mujer.
Arropados nuestros cuerpos en el calor, fogosos y muy deseosos en ese momento inolvidable.
Tus besos tan delicados como los de inviernos en un recuerdo pasado, esos tan imborrables como ese momento en el que a ti mujer delicada, te haya yo tocado.
Tan apasionadas nuestras almas se entrelasaban, y aún así no olvido tu palpitar desenfrenado como si fuese aquella tu primera vez. Pero cuan primera vez en mis brazos.
HENRY RUIZ
9 DE MAYO 2018