La calle,
calla, el silencio de la palabra,
como el sonido de la muerte,
entre los pájaros que no anidan
entre las flores que no me hablan.
y tu palabra silenciada
es está calle:
Donde caminan
los hombres, entre el sepulcro sin flores,
esta calle, donde las mujeres salen de compras,
entre carteras y perfumes
entre avenidas, sin árboles.
Pero tu palabra, tempestad,
que calla, ante el silencio,
sin los árboles de otoño,
que aún callan y mueren.
Estas calles y tu ausencia,
sin primavera
hoy sin las aves, callan,
pero aún, sigo viva y el colibrí me habla.