Te pinte sobre mi piel
con la glosa de mi lanza,
se ruborizó el pincel
con el matiz de tu cálida danza.
Prolijo en mis pinceladas
detalles de tu jardín,
color de blanco jazmín,
aroma fresco de tierna alborada.
En mis sueños, yo pincelo
esa abstracción de tus besos,
con mis colores traviesos
a tu escultural figura desvelo
Al ver brillar tu sonrisa
mi pincel se pone tenso
y a cada minuto pienso;
¿cómo debo pintarte Mona Lisa?