argantonio

El perro sabio

No tenía brújula ni siquiera un mapa

Se dejaba llevar por las emociones

Internándose en desconocidas regiones

Era un pobre sin sombrero ni capa.

 

Llegó a una aldea despoblada

Y encontró a un abandonado perro

Él se alimentaba en un abandonado cerro

Y enseñó al pobre a ganarse la soldada.

 

Vosotros diréis nadie aprende de un can

Habláis según vuestra experiencia

Cuando ocurre que la excelencia

Es ejercida a menudo, por un patán.