Bendita seas sagrada geometría
que concibe las mejores dimensiones
dibujando las divinas proporciones
en su cuerpo de belleza y simetría.
Esta historia no es de amor o de alegría
porque humor es lo que viene para rato.
Yo era apenas en el amor un novato,
y ella tiene como cuatro maestría.
Me invito para su hogar una mañana
acudió a mi arcana sabiduría,
no era suyo el don de contar manzanas,
no era el mío adivinar lo que ella urdía.
Me planteo un problema particular
con voz suave como el roce de una pluma:
que encontrara el área bajo sus curvas.
El papel nunca dejaba de señalar.
Su boca formaba una media luna.
Sus señales fueron como acertijos
o una ecuación de segundo grado:
¿Adivino esperando a ver si atino
o concluyo en un ambiguo resultado?
\'¿Que hago mis maestros, que hago?\'
A los Dioses matemáticos rogaba.
Que sorpresa tan grande me he llevado,
mis plegarias en los cielos fue escuchada,
coro de ángeles sonaba
me elevaban con sus alas
y en el cielo yo veía
carroza de oro y plata
(aunque mal estacionada)
y en ella reconocía
a personas ilustradas
Históricos personajes
a quienes rendí homenaje
Un inglés muy elegante
Un griego con orbe esférico
un indú con su turbante
y un asiático genérico.
y con tanto semental
que se hallaba en el establo
al eunuco de Isaac Newton
los idiotas me mandaron.
regresé de mi experiencia religiosa inexitosa
ahora más desorienta en el dilema.
No por eso me enterré en una fosa,
como todos mis maestros seguí el lema
de llegar a la raíz de mis problemas
y enfrentarme a aquella bestia tan hermosa
Me divide su mirada entre infinito,
convierte en irracional mis razones,
y el corazón a diez mil revoluciones
como gato que por fiera es perseguido.
Y entre tanto decimal yo me decido
a dejarme de tangentes y temores.
CONTINUARÁ...