Verano Brisas

EL DUENDE DEL TRAPICHE

Me agrada decir versos y narrar historias,

cantar, reír y dialogar con Buzirago,

preparar pociones, inventar conjuros,

lo mismo que crear encantamientos.

 

Amo la paz, pero no temo a la guerra

porque aprendí a permanecer despierto.

Rindo culto al mar (mi alma es una isla,

y mi pecho un acantilado

donde chocan las olas sin causar quebranto).

 

Quiero a mis amigos, ignoro a los enemigos

que a veces importuno con ciertas pilatunas.

Juguetón (no pendenciero),

cubro mis borracheras con frazadas de bagazo.

 

¿Será tal vez por eso

que el poeta Jaime Jaramillo Escobar

se la pasa diciendo por ahí

con su verbo de corte nadaísta

que soy el auténtico duende del trapiche?