Ves trébol que la vida no se equivoca,
a pesar de las calabazas huecas
que aveces tratamos de utilizar
para tratar de recoger agua del lago azul
y la catarata de ojos abiertos.
No se equivoca a pesar que hemos quemado muchos jardines azules y verdes
que al principio parecían estériles,
pero si hubiéramos podido ver más allá del caracol
torcido, y no los hubiéramos dejados abandonados y despreciados
hubiéramos podido ver surgir preciosos robles rojos,
naranja, verdes y azules.
Ves trébol la vida no se eqivoca
y siempre nos da nuevas oportunidades,
de encontrar la luz,
cuando cosemos con una buena aguja y con un buen hilo,
un buen corazón con un agudo, persistente y astuto intelecto.