Por ser mujer, hija, hermana, amiga, esposa, y por ser mi linda madre, hoy te doy mil gracias. Aunque sé que mi gratitud por todo lo que por mi has hecho en los años atrás, con palabras es imposible expresar, hoy con cariño te dedico estas letras.
Como los ríos alimentan los mares con agua, mis venas a mi corazón alimentan con tu sangre. Gracias por darme la vida. Gracias por darme tu sangre.
Gracias por alimentarme cuando tenía hambre. Gracias por enseñarme a caminar y por levantarme después de caerme. Gracias por tu deliciosa comida y gracias nuevamente, por darme la vida.
Por cuidarme cuando era solo un niño, muchas noches de desvelo pasaste. Al no regresar a casa temprano de la escuela, muchas tardes por mi bienestar te preocupaste.
Por curar mis heridas después de mis caídas, hoy te doy mil gracias. Pues sin tu apoyo y disciplina, es muy probable que yo mismo hubiera echado mi vida a la ruina.
Por todo esto y por tu gran amor de madre, con mis humildes letras, hoy te doy mil gracias. Gracias linda madre.