En los estados de Whatsapp mis poemas solo duran un día.
¿Y tú cuanto, vida mía?
¿El tiempo del suspiro por la caricia, el gemido en la noche fría o ese tan amargo segundo que precede con dolor a la despedida?
Nada es eterno así como nada es igualable a esta mi desdicha,
pues otra cosa no puedo que regalarte cada día unas escasas y humildes líneas.
Son para ti, por cambiar con tu encanto toda mi vida.
Eva.