Del libro La Vida es Viviendo
Con tu luz mis ojos han visto el camino que deben mirar,
tus palabras han sido el poema que aprendí a escribir,
y en tu ejemplo se hicieron los sueños que logré soñar.
Hoy respiro porque un día en tu vientre aprendí a sentir
con las ganas de amar este mundo y salir a luchar
este sueño de hacer lo que anhelo y poder reír,
convencido de estar construyendo mi felicidad.
Yo recuerdo tu mano en la mía empezando a vivir,
tu castigo y tu premio formando personalidad,
y tu beso que era un beso al cielo para presentir
que el destino te besa algún día, cuando eres capaz.
Con tu amor mi carácter, de fuerza y ternura, tomó identidad,
de confianza se armó mi armadura y aprendí a escribir
una vida que amo con locura y te debo entera, querida mamá.