Estoy aquí
por una sobredosis de abstinencia,
porque no logré rehabilitarme.
Porque me di cuenta
que las letras solo sirven de anestesia
y los cigarrillos no son buena terapia
para calmar el torbellino que hay en mí.
Estoy aquí
porque amarte es un deporte extremo.
Porque en tu cuerpo está el instructivo
para armar la felicidad.
Porque olvidé cómo funciona la vida
y recordé que fueron tus ojos
los que escribieron el manual.
Estoy aquí
porque me trajo el primer poema
que comencé a escribir con tu sonrisa,
porque no lo hemos terminado
porque escondimos palabras en tu pecho
seguidas de puntos suspensivos en tu vientre.
Estoy aquí...porque te amo.