Ruth García

Recuerdos.

 

Tan inesperada fue tú llegada,
aún recuerdo bien las primeras palabras,
quien diría que ése día cambiaría la vida,
llegaste para sembrar en el jardín bellas alegrías.

 

La mañana era fría pero nadie la sentía,
sería el comienzo de una nueva vida,
lo que alegraba ese día,
nadie se imaginaba tú bella llegada.

 

Las horas se convertían en días,
las palabras ya no eran sólo una,
se iban convirtiendo en meses quien lo diría,
lo que fue inesperado se quedó sin duda alguna.

 

En mi mente el hasta luego que de ti salió,
se iba la persona pero se quedaba lo vivido,
la costumbre tendría que llegar a un corazón frio,
veo la ausencia apreciando la alegría de un buen recuerdo.

 

Los días serian llenos de ausencia,
mi rostro reflejará un gran dolor,
viviré en un gran silencio todo el día,
más la felicidad abundara en mi interior.

 

Recordaré tú compañía con grata alegría,
mirare a mi costado sonriendo a tú recuerdo,
vendrán a mi mente los buenos momentos,
tendrás un lugar en mi vida que se fortalecerá día con día.