Llama ardiente que su flama
ondea en tu corazón;
que su calor abrigo
en su regazo al niño,
que llora por el beso
amoroso de la madrecita.
Llama que alivia el frío
del chiquillo solo,
que busca la caricia innegable.
No hay un día especial
para saber que estas allí
todos los días,
que no te encuentro.
Madrecita
Bésame para que tu calor
vuelva a encenderme,
la llama donde su flama calientan
mis momentos del sueño,
que con tu cuento pueda conseguir.
Madrecita no es mucho
lo que puedo darte,
o el tiempo que pueda
ofrecerte.
Lo único que si puedo
es decirte que te amo,
y quizás sea poco.
TEAMOMADRICITADEMICORAZÓN
©Violeta