Y mi alma distraída
Se pasea por las nubes
Se deja ir muy suave
Resbalosa como la seda
Que no la moleste nadie
Me digo a mi misma tranquila
Dejar que poco a poco se desperece
En la mañana fresca
Que no la altere nada
Ni una palabra siquiera
Que vague relajada
Entre las aves mañaneras
Que vuele poco a poco
Y se confunda con ellas
Y entre trino y trino
Se despierte envuelta en ternura
En un cielo muy azul
Donde no existan las dudas...