tibaldo

El estadio Canaima duerme

 

Una bicicleta árida.
Los brazos se movieron, pero no me reconoció.
Motos colmena,
la riqueza y la gloria fueron enterradas.
El estadio Canaima duerme un sueño negligente.
La educación un par de escombros 
lanzados al patio escolar.
Busco la luz entre el recuerdo y no la encuentro. El barrió alzó vuelo.