Siempre serás mi motivo
Fuiste el comienzo y la resurrección
de mi vida cuando navegaba en el mar
de la incomprensión, te encontré en
un amanecer de mis sueños y la oscuridad
que me invadía se disipó con sólo ver
el reflejo de tus ojos, y sentir la tibieza
de tus manos que me dio apoyo y
me ayudó a salir del laberinto donde
me había llevado el destino.
Ahora…Sigues siendo la primavera en
mis otoños, la luz que me rescató de las penumbras
que se aferraban a mis sentimientos
no dejándolos respirar y hundiéndome
cada vez más y más a pesar de mis esfuerzos
por renacer, pero todo fue en vano,
hasta que apareciste en mi existir,
hombre de corazón noble que
me rescató de la tristeza y me enseñó
de nuevo a creer y a amar.
Hoy puedo decir, que fuiste la chispa que avivó mi fuego
que se había consumido por falta de calor y
vuelve a encenderse gracias al cuidado…
Al cariño…Al amor que le prodigas,
por eso y por mucho más, eres mi motivo y
mi razón de vivir.
Ligia Rafaela