Sabe lanzar granadas,
dinamitar puentes, derrumbar edificios
y accionar metralletas por la revolución.
No obstante su lealtad y disciplina en la militancia,
la explosión de sus petardos
no es tan efectiva como el fuego de sus ojos.
La quiero porque ataca reductos de mi soledad
con el ansia de quien libra su batalla definitiva.