En el álbum de mi vida, justo en el pergamino, te encuentras tú, yo y nuestros corazones… clavados con la flecha de Cupido, sangrando sin heridas profundo amor soñado que, aún, compartimos juntos.
En páginas escondidas del libro de mis recuerdos tu imagen como de diosa se mantiene agachada… saliéndome al encuentro cada vez que una muevo con la yema de mis dedos replicándome, con celos, que si aun así la quiero.
De que te quiero, te quiero.
Te quiero con locura; hoy mucho más que ayer pero menos que mañana, con las ansias de amarte instante tras instante reclinando mis ganas en tu cuerpo: mi única fantasía.
PABEDIZ.