En medio de la oscuridad
deambulaba, ciega, sorda,
en medio de un laberinto sin salida,
miedos, dudas, amargura, soledad..
Pero llegaste tu, Amado Señor!
por mucho tiempo, me andabas buscando,
en medio del dolor,un día mis ojos abriste,
corrí a tus brazos, sin mas pensarlo.
Amado Padre, me estabas esperando,
con tu amor único e insuperable,
Luz resplandeciente en mi camino,
llenaste mi espacio vació.
Ahora puedo mirar atrás y sonrió
pues ya no soy lo que era antes,
me falta mucho,pero se Señor
que en tus fuerzas y gozo llegare,
a donde tu quieres que llegue.
No hay mejor lugar donde quiera estar
mas que en tu presencia, bajo tu Gracia
con los mejores Pastores, plenos de tu amor,
familia en Cristo, hijos, nietas, mi madre.
¡Gracias Mi Padre! por buscarme
por amarme a pesar de todo,
contemplar tu hermosura, servirte quiero,
hasta mi ultimo, mi ultimo aliento.