Me paso por el buzón
y está vomitando cartas.
Veo que yo si tengo
quien me escriba.
Que gran decepción,
ni siquiera una felicitación.
Abro el primer sobre
y me llevo la primera en la frente.
La señora ibertrola
con su solicitud amenazante.
si no paga la luz
en un plazo de dos días,
le apagamos el sol
y se quedará más a oscuras
que un topo en la madrugada,
y no se le pase por la cabeza
instalar placas solares,
pues hasta el astro rey
lo hemos monopolizado.
La siguiente carta
es igual de alentadora.
contiene el recibo del agua:
Estimado cliente josé manuel,
debe tres meses de chorro.
Como se siga retrasando en el abono
pasará a llamarse josé a palo seco.
A la advertencia de sequía
le siguen los seguros:
Seguro de casa, seguro de coche,
seguro de vida y seguro de muerte.
Finalmente seguro de seguro.
Menos mal, pues comenzaba
a sentirme inseguro.
Prosigo con la rutina.
Impuesto de circulación
y de bienes inmuebles.
Para una vez que me había impuesto
cumplir como ciudadano,
no me alcanza el sueldo.
A continuación la mensualidad
de la operación de aumento de pene
que me hice a plazos.
si llego a saber esto
me la arranco de cuajo.
¡ vaya! la última misiva
trae buenas noticias.
cancelación de hipoteca.
Al leer la letra pequeña
se me exige la liquidación
de los intereses devengados.
la mesa ha quedado
enterrada de facturas,
y si me descuido, hasta
a mí me sepultan.