Siempre te quise
escribir un poema...
y hasta ahora
nunca pude,
eres la reina
de los sueños
diosa...
de un jardín etéreo,
desnudado
de ambiciones...
en la gracia
de su aroma,
la más sencilla
y humilde...
de las rosas primorosas,
nada malo
hay en mí...
que tu ternura
no desgaste,
nadie me llenó
jamás...
de cariño y azucena,
como tu mirada
limpia y pura...
en la esencia de sus días.
P.D: A mi señora madre, Doña Carmen...
con todo mi amor, e incondicional aprecio.