Juanquilugo

Insípidos

 

Hay días insípidos
en que no estoy en mí,
paseo mi estructura
entre la gente,
atravieso sus miradas
vacías,
deambulo por amores
imaginarios,
me pierdo
sin rastros de mí mismo.
Antes del anochecer 
solitario,
regreso a mi nido
de papeles y de tinta,
de historias y de fábulas,
enjuago mis lágrimas,
me atraganto
de fantasmas.
Cuando las musas
se hayan ido
y me quede dormido,
dejaré mi cuerpo
exhausto,
sobre algún recuerdo
amoroso,
para no estar solo
esta noche.