Cuántas veces te he pedido que vengas
a vivir conmigo y tú como siempre
con tus excusa, que no puede que
el trabajo no te lo permite y me
cuenta las lengua de doble filo
que te ven en lugares públicos
cenando sabados y domingo.
Y llegó a casa cansado y ansioso
de encontrarte y me invade la pena,
al no encontrarte la noche se hace
eterna quiero sacarte de mi;
y se me hacen la largas las noches
y tú no llegas que martirio que llevo
y le rezo a Dios que me quite esta pena
para olvidarme de ti, y tener
dias felices sin contar contigo mujer.