CONVERSACIÓN ENTRE MUÑECAS
Muñeca de porcelana:
oh amiga, no viviré suficientes años para agradecerte lo que has hecho por mí. Si no le hubieses dicho a la niña que te cuida que me recogiera de aquella pila de juguetes donados, es posible que ahora estuviese arrumbada en cualquier vertedero, o lo que es peor, el camión de la basura me habría triturado haciéndome mil pedazos. Yo que me las prometía tan felices cuando aquella niña rica se encaprichó de mí y pagó tan alto precio para llevarme a su mansión. Todo era idílico al principio, por un tiempo fui la preferida de entre su legión de muñecos, incluso llegué a sentirme como una reina. Jamás imaginé que se hartaría de mí tan pronto para dejarme arrinconada.
Muñeca de trapo:
No tienes nada que agradecerme. Yo apenas he influido en la decisión de mi madre adoptiva, tan solo le indiqué tu ubicación porque al verte allí tan triste, pensé que no podía dejarte tirada. Pero ella es la que tiene siempre la última palabra y quedó prendada de ti desde el primer momento. Nuestra chabola no es gran cosa pero lo más importante es que aquí no escasea nunca el amor. Ahora tendremos otra amiga más con quien jugar. Verás que ella es muy atenta y siempre estará pendiente de nosotras. Yo pasé mucho tiempo de mano en mano antes de que me encontrase en la calle toda mugrosa y descosida.Me sentí tan conmovida cuando me vio y me estrechó entre sus brazos, que mis lagrimas empaparon mi cuerpo. Lo primero que me dijo fue que no llorase, que ella me limpiaría y curaría mis heridas, como así hizo. Nada más llegar a casa se afanó en coserme y asearme y desde entonces somos inseparables.
Muñecas
De plástico, porcelana y trapo,
muñecas de malicia huecas.
Desmembradas o enteras,
siempre sabias consejeras.
Se refleja toda la verdad
en sus ojos de cristal.
Intercambio de inocencia
en la fantasiosa esencia.
Niña, escucha el canto
que ha de aplacar tu llanto.
Todo un mundo ilimitado
en el afecto imaginario.