En aquel momento eras luz
Luz capaz de apagar cualquier incendio
Me hacías brillar al alumbrarme
Pero te escondías detrás de cualquier sombra.
Me solías acariciar con tus palabras
y solo en aquel proceso
me acercaba un poco más a tus rincones
esos que escondías al cerrar los ojos...
El problema es que
vivías condenado a mantenerlos
abiertos conmigo.
También recuerdo aquellos días
en los que la noche se quitaba su disfraz
y llamaba a nuestra puerta
para decirnos que el frío
ardia al juntarnos.
En fin....
Bordabas la muerte
al arrojar
todo mi veneno en tu herida
lo que no sabías
es
qué
renacias en cada verso
qué para ti escribia.