En la estancia sombría
sobre un sillón triste
aguardo con melancolía
tu llegada que nunca
ha de llegar.
Con el alma de luto,
sentado, suspiro...
Enjuto el pecho
el alma cerrada...
Tu ausencia
flota en el aire,
fantasmagórica,
tan densa y espesa
que se podría cercenar
con una espada.
Encorvado, te recuerdo,
tejiendo paciente los minutos
de los que el tiempo
-ladrón-
me ha despojado.
Desdichado e infeliz
sigo en letargo, esperando...
Imagino esos mágicos momentos
que algun día
seguro me habrías dado.
En la estancia sombría
sobre un triste sillón
cual náyade de marfil,
sigo soñando que tu alma enamorada,
duerme tranquila
sobre mí.
RESERVADOS DERECHOS DE AUTOR PATRICIA PALLE