La sombra de tu alma se esconde
Tras los espejos imprecisos,
Rotos por el tiempo, desfigurados,
Rasgados profundamente
Por millones de segundos muertos.
La sombra de tu alma se sumerge
en abismos oceánicos,
misteriosos y profundos
aterradores y silenciosos.
Infinitos en su soledad
De ausencias interminables.
La sombra de tu alma se pierde
En el intrincado laberinto
De la noche
Esa que llora inconsolable
Bajo los viejos faroles
Encendidos por una luna inexistente.
La sombra de tu alma me persigue
Como silueta de suspiros terrestres
Como huellas apenas perceptibles,
perdidas e invisibles,
En la arena de mi memoria derrotada
Me declaro finalmente vencida.
Tu sombra no me alcanza
Y la mía… vive escondida