Recuerdo con nostalgia;
Aquellos amaneceres.
En que las nubes parecían arder
Y a mí me quemaban,
Las ganas de verte.
El día transcurría y en su vorágine, me salvaba.
Y volvía a pensarte, cuando el día se despedía.
Ni el tiempo ni el frío, han conseguido que te olvide...
Te extraño, sin embargo he dejado de mirar al cielo, buscando tus ojos.