He mirado mi vida con el disfraz de la edad vistiendo mis décadas
He mirado la canicie invadiendo despiadada la intimidad de mis años
Entre los caminos sutiles de mis noches, he contemplado partir mis mañanas
Por campos y ciudades he transitádo, con la pasión del niño que descalzo siente la vida en cada piedra y terrón del camino
He visto a la noche imponente llenar de sombras la existencia con la sutileza del duende que roba los sueños
En cada mirada ha tenido sentido la vida, con cada sentido ejercido se ha perdido la imparcialidad de la vida
Todo ha sido pasión, amores y arenas
Todo ha sido pasión, colores y sombras
Estéril me he sentido cuando un designio ha callado mi verbo
Cuando un engaño detuvo el latido, dejando inerte el corazón y la vida
He caído, me he elevado
He vencido los miedos, lo oscuro ya no tiene sentido
Quizá mañana, al levantarme de nuevo
Podré conocer la noche cuando su manto se derrame inmortal sobre mi existencia.
Buscaré caminos furtivos para encontrar lo que es mío
Me conoceré a mí mismo, me daré el saludo como preludio al olvido
Y seguiré en otro camino, como antes los míos
Algunos le llamaran muerte, yo me diré renacido
Y en ese espacio nacido, detendré las brisas secretas para convertirlas en ecos
Hay un sentido, gritaré estoy vivo, aunque digan algunos.
Ha partido.