Mi abuela que es muy discreta
me dijo un día al oído:
tengo un tesoro escondido
oculto en una maleta.
Este tesoro lo cuido
con amor y mucho afán,
que hasta lo he llegado a amar
más que a mis propios hijos.
No cuentes a nadie el secreto
sobre el tesoro escondido
es lo más valioso que he tenido
en tantos años que tengo.
Nadie conoce el valor
del tesoro que conservo
porque ignoran que lo llevo
metido en mi corazón.
Después de tantas proezas
mi abuelita se moría
y en un rincón se veía
el tesoro en la maleta
Y al abrirla ¡Que sorpresa!
pues en ella sólo había,
un mar de fotografías
de sus nietos y sus nietas.