Adios chiquitita,
adios mi pequeña,
se quedan tan tristes
las olas del mar...
Adios mujercita
naciente y risueña;
se alejan tus sueños,
se va tu cantar...
Adios dulce amiga,
adios para siempre,
tus tiernas miradas
ya no se veran.
No existen sonrisas,
tampoco tu aliento,
ni al sol tus cabellos
se reflejaran.
Adios linda niña
que diste a mi vida
efimero instante
de amistad fugaz.
Conoci la dicha
de tus ilusiones...
y pensar que vives
para siempre en paz!
Tu voz hoy es parte
de coros sublimes,
habitas la fuente
de vida y de luz.
Disfrutas alegre
con los querubines
adorando al Padre,
loando a la cruz.