Tu tristeza me maltrata,
me has hecho cautiva,
de lo que a ti te embarga.
Siento tu aislamiento,
eres inerte, cuando me hablas,
lo que apura,
no es la muerte, es la vida que te siga,
me preocupo al verte,
encerrado, en el circulo, humano.
Te fermentas.
Lo haces y yo…
sin saber como, comienzo,
a sentir la flagelación de la que me hablas.
Siento, el dolor de no entenderte,
de no estar a tu lado, cuando te hago falta.
Es entonces, cuando, siento me mata,
tu presencia falsa.