En la soledad de mi habitación,
contemplando la hermosa Luna,
símbolo eterno de nuestro amor,
te escribo este verso
accidente de mi corazón.
No sé que tiene tu rostro
que cuando veo la Luna pienso en vos
¿será aquel destello en tus ojos
que desde un principio me fascinó?
¿O será que me recuerda
nuestras noches de amor
cuando juntos compartíamos
al son de mi Guitarra y el sonido de tu voz?
¿O me recordará quizás
tu blanca y tierna sonrisa
que muchas veces mis penas curó,
que tanto mi alma alivió?
¿O me hará recordar
la pureza de tu alma,
la sensatez de tu corazón
que, con singular cariño, el mío acogió?
No sé la respuesta,
en mi corazón no la hallé;
sólo la sabe la Luna,
tú, tal vez.
Lo que sí te puedo decir
es que de ti me enamoré.