Caminar por una calle sin sentido,
un caminante con rumbo desconocido,
sin importar a donde vaya, pues se encuentra perdido,
errante por la vida, por lo mucho que ha sufrido.
Caídas y golpes a lo largo de su vida,
una existencia que transcurre perdida,
un alma que deambula entristecida,
si la vieras, verías a una persona muy sufrida.
Y es que la vida no premia a todos de la misma manera,
a algunos los tiene en una larga espera,
que bueno seria, que la felicidad a todos se les repartiera,
que las peticiones por ayuda, Dios atendiera.
Pero la vida es así y hay que saber vivirla,
a la buena suerte hay que seducirla,
su esencia misma es necesario sentirla,
la sola idea de darnos por vencidos, debemos despedirla.