Jose Luis Morales

CAPULLITO DE ROSA

CAPULLITO DE ROSA

 

Ayer me enteré

que hace ya varios años

que has muerto.

Recordé con tristeza

que hacía más de veinte

que en un coma fatal

reposabas paciente 

en mi mala memoria.

Hoy, así, de repente,

tu lejano recuerdo

se viste de gloria:

¡Lázaro viviente!

resucita imponente

y se pone de pie

para andar sin cesar

por mi mente.

Aunque todos lo saben,

nunca dije tu nombre

ni siquiera en voz baja,  

porque así lo pediste.

Martha, la mujer de las rosas,

de las aves sin jaulas,

del arroz y el alpiste;

de la cara sonriente

y la mirada triste.

Nadie supo tus cosas,

ni que tú y yo, en secreto, 

vivimos la locura

que duró lo que dura

un amor incompleto.

Me pregunto si acaso,

antes de tu partida,

al correr la película

de tu azarosa vida,

hubo un cuadro en la cinta;

una imagen perdida

de siquiera uno solo

de todos los momentos

de secretos encuentros

en sitios perfumados

con aroma de sexo

y sahumados de incienso.

Hace ya tanto tiempo…

Pero no me arrepiento

ni por un breve instante

de haber compartido

un trozo de tu vida,

y un millar de suspiros,

a pesar de tener que vivir

este cruel desconsuelo

de saber que te has ido.

 

©Luis Morales

Marzo 23 de 2017.