Aaah Muuundo!
Mi niñez quedó allí
Espanto en las noches
Y en los días
Regreso a bañarme en sus aguas
Así la recuerdo
Cristalina en las mañanas
y revuelta en las tardes
Por las piernas que danzaron
y alegraron las piedras
Sus aguas
Testigo de abrazos furtivos
Conversaciones cómplices
Raiz de lo que aún
No nos hemos atrevido a escribir
Nuestra quebrada de Araure
Se levanta cual fantasma
Noble y amado
A mirarnos
Desde las alturas
A preguntarnos
¿De que tamaño es nuestro amor?