Con la pluma de mi destino redacte mi camino con letras que aún no existían, pues del futuro obtenía la tinta. Me enamore tanto de su esencia que lo quise personificar, tanto fue mi deseo hacia él, que podía vivirlo, cerraba mis ojos y al pasar mis manos por sus letras lo sentía, en él estaban plasmados todos mis sueños, sueños que sonreía, lloraba, imaginaba, e incluso los podía estrechar en mis brazos. Permití que mi imaginación se paseara por sus páginas y que el sol frotara su luz por sus letras para su fotosíntesis.
Le quise poner un nombre, pero las letras que le daban vida a su título se desvanecían en la secuencia de su narración. Fue entonces que labre el terreno fértil de mi alma para sembrar mis pasos, sin embargo sus surcos eran borrados por los vientos de la fatalidad, evitando la gestación de mis sueños...había un camino, pero no pasos.
Mi camino se estaba borrando y no crecía, fue cuando alas le pedí a DIOS para volar y te inspiro a ti para comprarme unas que volaran entre las páginas de los libros, acrecentando los deseos de conocimientos, luego encendiste una vela para que en ese camino brotara la sabiduría.
Leíste mis sueños y los sembraste, poco a poco los fuiste regando hasta que dieron frutos, hoy esos frutos han madurado y son el sustento de mi familia.
Gracias, por qué ese camino solo lo redacte, pero si no lo hubieras leído, sembrado y regado, la bruma del futuro nunca se hubiera disipado, gracias a eso es claro como el cristal y el horizonte dejo de ser una línea que separa el cielo de la tierra, con las alas que me compraste lo he remontado y a lo lejos te puedo ver, porque tú eres parte de las letras de mi camino.
Identificador: 1804236650270
Fecha de registro: 23-abr-2018 2:05 UTC
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Autor: Juan Hernandez