Cuando la sombra es más grande
que el objeto que la propicia,
es porque la luz, desde su origen,
se va acercando, hasta el punto
de que el espacio oscurecido,
es una progresión directa:
-De: a cuanto más cercana,
mayor la sombra provocada.
Mas grande, enorme a mis espaldas,
lentamente mi sombra va creciendo
a medida que te acercas,
pero en mis ojos, que no paran de mirarte,
sólo de una parte del mundo que me rodea
se hace visible y a la vez imprescindible,
ese espacio que tú, de frente inundas,
y lo haces sin saber, que, cuando dejas
el entorno tras mis espaldas oscurecido
en la penumbra, ciego en un mundo ajeno
que se mueve y bulle, que vive y habla,
todo se funde en esa sombra,
la que provocas con la luz de tu mirada.
Motivo de mi ceguera, o mi entendimiento,
será lo más sentido de cuanto pudieran
reproducir mis emociones,
-o recurriendo a bucear en la penumbra,
-o buscando el principio de todas las cosas,
y que al final, cuando la claridad aparece,
da paso al paisaje que tú vas creando
y a mis espaldas se va grabando.
En el que, al contrario de lo que antes fuera,
ahora es una tierra que, siendo penumbra-
se manifiesta por tu esplendor en todo
cuanto representas y das sentido:
lo diáfano como la luz hacedora
que, al ser proyectada, consigues
que sean visibles las sombras
como una segunda vida, consecuencia
que será del calor que le llega
el brotar de lo que siembras y cultivas.
En esas sombreadas praderas,
grandes serán mis cosechas,
prolijos los frutos que germinen
y llenaran mi despensa,
acopio para mi futura existencia,
sustento para sobrevivir en una larga
travesía, fuera esta como navegar
en soledad y la noche más fría.
Nada ha de importar, si como referente,
fueras la fuente de la vida que de sentido
a mis sombras y abundancia a las cosechas.
No me mires si no quieres,
pero, deja tus ojos abierto,
será como si un mundo de estrellas
concentradas en un punto,
alumbrara mi pequeño firmamento,
y por la sombra que de mis sueños
se prolonguen, al menos, ahí,
en esa oscura claridad de mis espaldas
podré decir…
estás, te tengo, te siento, te amo
cegado por tu luz, pero sonriendo
porque sabré que lo que se oculta
en ese espacio de sombras,
es un mundo donde se proyecta
la maravillosa vida de tu mirada.