Llovía aquella tarde
Cuando corriendo llegaste junto a mí
También yo me guarecía de aquella torrencial lluvia
Quizás la lluvia jugaba con nuestros destinos.
Nuestras miradas ávidas se cruzaron
Cual relámpagos de carbones encendidos
Nuestras almas se gritaban
Y la lluvia cesó en nuestros corazones.
Esa tarde también llovía
Cuando junto a los coloridos mastuerzos
Nos dimos el primer beso
Llovía mucho, en verdad llovía
La lluvia acariciaba tiernamente la noche
Cuando fundidos en un abrazo
Entregamos nuestras almas
Y nos sumergimos en un sueño de amor.
No sé qué pudo suceder
Pero aquella tarde también llovía
Cuando desde la ventanilla del tren que partía
Con la mano en alto me dijiste ¡Adiós!
Otra vez llueve ésta tarde
Otra vez está llorando el cielo
Tal vez está recordando tu partida
Quizás está llorando por mi soledad.
Pero llueve.... siempre está lloviendo.
Lima 19 de mayo del 2018